La ética es un asunto del cual todas las organizaciones públicas, privadas y religiosas deben prestar una definitiva atención. Los líderes deben tener presente que en el comportar ético es donde se ve qué clase de líderes y organización tienen. Aunque la ética proviene de un término secular, es algo que se estudia en todo seminario religioso, ya que no deja de estar lejos de los postulados que la misma Biblia expresa como necesarios para una sana convivencia y bien de la sociedad en general.
Al momento de escribir
esto, son muchas las personas y organizaciones que han reiterado su apoyo a la
Profesora y Teóloga la Rev. Agustina Luvis. Esto, ante la
inapropiada carta publicada por la organización Defensores de la Fe de Puerto
Rico en días recientes, en la cual pone en el ojo público las
discrepancias con la doctora por el tema de Perspectiva de
Género. La Dra. Luvis es una persona conocida en los foros
teológicos y sociales, he coincidido en varias actividades con
ella, no obstante, no existe un lazo más allá de un saludo o haber
sido un participante de alguna charla o prédica en algún foro en el que ella
haya sido la exponente.
Conozco el hilo de
pensamiento de la Dra. Luvis, todos los que la tenemos de contacto de alguna
manera saben lo que piensa y cómo lo piensa. También la posición de
los movimientos más conservadores de nuestro país en el cual incluye a
Defensores de la fe(DDF). Sin embargo, no es mi intención validar
ninguna de ambas posturas, pero sí las cuestiones y consecuencias éticas en el
asunto. Conocía que la doctora pertenecía a una denominación
pentecostal, pero es por esta carta que vino a mi conocimiento cual era.
Durante algún tiempo he
visto escritos y las posturas de la Rev. Luvis. En los mismos
ella expresa con claridad lo que cree sin
hacer referencias a nadie. Además, en ningún escrito o expresión
pública la profesora había expresado si existía alguna diferencia de criterios
o retos hacia la organización a la que pertenece. Lo poco y
suficiente que conozco de ella, entiendo que siempre ha sido clara en su punto,
algo digno de respetar como persona que puede tener criterio propio sobre el
asunto que sea. De la misma forma, los Defensores de la Fe como
organización tiene el derecho y el deber de asumir posturas sobre los asuntos
que entiendan medulares. Sin embargo, sacar un comunicado en el cual alude a
unos de sus ministros, por asuntos en los que se discrepa, es otra cosa.
El evento denota el
pobre juicio ético de esta organización hacia sus propios
ministros. No debemos ser ilusos al pensar en que esto es un acto
aleatorio, para nada. Este asunto es el que sale a la luz pública,
quizás por lo sensitivo del tema, pero de seguro ha pasado con otros ministros
también. Es el modo de operar de las organizaciones ante aquello que
amenaza su estado actual, no solo Defensores, sino en todas, las que sean. Defensores
de la Fe de PR hoy es el modelo de ineptitud en el manejo de una ética
apropiada. Nadie debe asombrarse con esto, no es algo nuevo en
ninguna denominación, lo único que estos se tiraron públicamente y ahí el
asunto.
Desconozco si hubo un
acercamiento previo, si existió alguna reunión para tratar el asunto de forma
privada, si se pudieron exponer las ideas ante foros teológicos en los cuales
se pudiera entender la posición de la Dra. Luvis. Porque al
fin, para eso están los líderes conciliares, para hablar y llegar a
puntos de acuerdo ante discrepancias, o simple, y
cobardemente tiraron el asunto a la luz pública. Para empezar, esto es un
asunto que la organización debió tratar entre sus filas únicamente y no tratar
de mancillar e indisponer a una ministro ante el ojo público. Algo
que ella nunca hizo con su organización.
Es por esto que varias preguntas saltan a
mi mente;
-
¿Dónde está el sentido de ética y respeto de una
organización al momento de lidiar diferencias con sus propios ministros?
-
¿Es correcto levantar un acta pública en donde se
intenta de alguna manera “defender” una postura en detrimento de otro?, y
con dos firmas. (para
colmo varones)
-
¿Entienden las repercusiones de sus acciones en
la vida ministerial, social y espiritual que estos actos conllevan?
Los Defensores de la Fe
no ganan nada con esto, solo una mención en el cartel de papelón
histórico. Aquí no estamos hablando que la profesora está negando su
fe pentecostal o sus bases que identifican su fe cristiana. No
estamos hablando de un comportamiento social escandaloso o del cual se deba
tomar alguna acción disciplinaria, para nada. Aquí el asunto es una
perspectiva social en la cual, al parecer, no habrá acuerdos y que se pudo
resolver en privado.
¿Qué ganan los
Defensores?, además de nada, el repudio de una acción mal pensada, el ser una
institución que no está presta al diálogo y que es capaz de exponer al escarnio
público a sus propios ministros. En fin, Defensores brinca la línea del
respeto, abre una puerta para que otros (y espero que no), hagan lo mismo con
ministros que puedan optar por criterio propio. Organizaciones como esta, que
su nivel académico y teológico debe ser de suma importancia, la Dra. Luvis
sería una gran bendición para ellos. Pero no, al parecer la
profesora le queda muy grande y su obstinado conservadurismo le induce mejor a
atropellarla.
A la Dra.
Luvis, mis respetos, permanezca como mente pensante y de criterio
propio. Como muchos han dicho en las redes sociales, viva orgullosa
porque también usted tiene las marcas de Jesús. A los Defensores de la Fe de
PR, mis respetos también. No obstante, a los osados y responsables de la misiva
les recomiendo un repaso de los principios éticos y de comunicaciones. Además,
si tienen a bien, una rectificación pública acompañada de una disculpa a la
profesora les haría muy bien.
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