El concepto revelación es uno de gran importancia en el desarrollo de la fe creyente.  Se cataloga como central ya que el mismo representa la iniciativa de Dios en mostrarse a la humanidad a través de los siglos y finalmente a través de Jesucristo.   Sin esta iniciativa divina el hombre no hubiera tenido jamás (por su limitación) la capacidad de haber conocido a Dios, ya que sin esta revelación, solo tendría la sospecha de que “algo grande”  fue el creador de todo  lo que ve.

No obstante y como recomendación,  todo creyente debe desarrollar la suficiente comprensión de los porqués de la revelación por varia razones:
  •  Es el hombre el recipiente de esta revelación por su capacidad intelectual. (intelecto, razón, etc.) 
  • Es el hombre el más afectado por esta revelación. (Salvación, fe, vida, salud, etc.) 
  • Prefija el origen y destino final de todas las cosas, y el de la humanidad.
Es notorio señalar y comprender que la revelación de Dios es limitada por la capacidad finita del hombre.  Ahora, es fácil comprender que aún siendo limitada por nuestra naturaleza, es completamente suficiente para poder conocerlo.  Un teólogo del siglo 20 llamado Karl Rahner expuso dos concepto al referirse a Dios.  Expuso que Dios era:
  •  Dios  trascendente – termino que se refiere a Dios por sobre todas las cosas. No    limitado por causalidades humanas, a temporal, permanente, etc.   Isaías 57:15
  • ·Dios inmanente – El termino inmanente es referido a lo temporal, el mundo,  la vida. Capaz de trabajar en la inmediatez humana.
Inmanencia y trascendencia. Estos no son atributos de Dios propiamente dichos, sino más bien son descripciones de su relación con la creación. Cuando pensamos que Dios está cercano y activo en su creación, decimos que es inmanente. Cuando pensamos que Dios es totalmente distinto a todo lo creado, decimos que es trascendente. Dios como tal, distinto y separado de su creación, es trascendente. Pero Él está también siempre presente y actúa según su designio providencial y permanentemente en el universo. Por eso decimos que es inmanente.[1]

 Al referirme a la palabra limitación, jamás ostento decir que Dios en si mismo esta limitado, sino mas bien que la misma humanidad limitada no podrá llegar a una comprensión total y absoluta de lo que es El.  Esto fue lo sucedido con Moisés en la revelación de la zarza.   Cuando Dios responde a la inquietud de Moisés que su nombre es el "Yo Soy",  no lo hace en el sentido de atribuirse un nombre, ya que por la excelencia de su magnificencia no habrá nombre que pueda representar, sino mas bien, que lo utiliza para que en la limitación humana de Moisés tenga éste alguna manera de poder identificar al Dios que se le está revelando en la zarza. Ver Éxodo 3:13.

El autor del libro de Deuteronomio (se cree que fue Esdras) suscribe un versículo que encierra la infinités de Dios y su vez la limitación humana en la revelación de Dios.  Deut. 29:29

I.              La Revelación Histórica

Desde antes de los comienzos de la humanidad ya Dios estaba en un papel activo hacia el desarrollo de la misma, esto lo vemos claramente en el relato de la Creación de Génesis 1.

Capitulo
En apariencia
En realidad
Génesis 1
Modo de origen
Historias de las cosas
¿Quién es Dios?
Génesis 2
Realidad histórica de la humanidad del pasado
Ideal futuro de Dios para la humanidad

Este proceso de revelación parte de la pura iniciativa divina, no hay condiciones, ni eventos forzosos que hayan llevado a Dios a esto.  Simplemente en su eterno poder decide revelarse al hombre, afectar su historia e incursionar en ella.

Seria bueno ver algunos eventos significativos en los cuales Dios se revela al hombre:

       Antiguo Testamento
  •       La Creación / Hombre – Génesis Cap. 1-3
  •       Noé / Pacto con la Humanidad – Génesis Cap. 6 – 9
  •       Abraham – Génesis 12
  •       Moisés – Éxodo 3
  •       Pacto del Sinaí -  Éxodo 19
  •       Reyes y Profetas
          Nuevo Testamento
  •             Jesucristo
  •             La Iglesia
II.                  Figura de Jesucristo

Quizás es meritorio comenzar esta parte bajo la siguiente premisa; “Cristo es la expresión máxima de la revelación de Dios. Es Dios,  que por libre y voluntaria determinación decide auto-revelarse e incursionar en la historia que el mismo a forjado”.  Viendo lo antes expuesto podemos acentuar lo siguiente:
  1. Que la revelación de Dios a través de Jesús persigue un propósito divino. 
  2. Si Cristo es la máxima expresión de  la revelación, no se necesita más.
  3. En el Cristo revelado encontramos todo lo significativamente necesario para la comprensión de Dios.
  4. La revelación de Cristo, es un misterio. (Misterio se define como un principio no revelado, oculto)
  5. Que la revelación de Cristo, era la función inherente de su persona. (Teología de la Trinidad)
REVELACIÓN es una consecuencia directa del amor de Dios. Sería completamente imposible desconectar un principio del otro, ya que la revelación es si misma es un acto del amor de Dios hacia la humanidad creada.  Dios se ha revelado, no necesita revelarse mas, lo que vivimos es consecuencia de esa revelación, la secuela de su auto-revelación.

No obstante, es meritorio mencionar que hay varios elementos que se combinan para una comprensión de esta revelación:
  •          La Escrituras Reveladas (Biblia)
  •          La Experiencia Humana
  •          La Gracia y  la fe
  •          La Razón Humana

Más allá de un concepto, la revelación es una realidad en la vida del creyente.  Su  desvalorización o falta de reconocimiento desmerecería la bondad y el amor de Dios expresado hacia nosotros,  por ende invalidaría el sacrificio de Jesucristo y la salvación de la humanidad obtenida en la Cruz y la Resurrección.

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